Que el film sea en blanco y negro, no es una cosa casual, una imagen queda más exagerada cuando es en blanco y negro, que cuando es en color, además el film es un viaje a la oscuridad, cada vez que uno de los personajes se va adentrando más, en la historia, que los personajes se acercan más al descubrimiento de lo ocurrido, las imágenes se vuelven cada vez más oscuras, crea imágenes de máximo contraste entre el blanco y el negro: como observamos ya en una de las primeras escenas Sam y Marion en la habitación de un motel, Sam está vestido con pantalón negro y Marion con dos piezas de rompa interior blanca, igual ocurre por ejemplo cuando Sam y Norman discuten en la recepción del motel Sam va con traje negro y Norman con una blusa blanca, y de la misma manera al final del film cuando ya han detenido a Norman, nos lo encontramos en un cuarto totalmente blanco y la manta que le tapa es negra, esto no podría conseguirse si el film estuviera hecho en color.La falta de libertad de los personajes se enfatiza con el uso repetitivo de encuadres “asfixiantes” y con las reducidas dimensiones de los interiores donde transcurre la mayor parte del film (como la habitación del motel, el apartamento y el vehículo de Marion, el despacho de Norman, las habitaciones del motel...). La modesta oficina donde trabaja Marion contrasta lo dicho con los grandes cuadros que decoran la oficina de espacios abiertos. Los protagonistas de Psicosis viven y trabajan poco menos que enjaulados, esta situación de aislamiento – reclusión (de incomunicación) se señala, claramente como uno de los orígenes del mal y la locura.
El dinero, en Psicosis, es objeto de una atención constante. Sam y el detective Arbogast (Martin Balsam) lo buscan y se refieren a él continuamente, pero jamás llegarán a tenerlo entre sus manos; Cassidy lo expone ante Marion como un símbolo sexual; Caroline lo acaricia con fascinación; George Lowery (Vaughn Taylor), el jefe de Marion, lo desea y lo teme; Marion lo esconde continuamente como si fuera un pecado (su pecado); Norman se apodera de él sin llegar a verlo; el sheriff Chambers recuerda su existencia en la secuencia final (cuando todo el mundo parecía olvidarlo a causa de los terribles acontecimientos), y el psiquiatra lo desprecia diciendo: “Estos no son crímenes por dinero; son crímenes pasionales” Hitchcock también nos da su opinión: en un espléndido ( y trucado) movimiento de cámara, enlaza el cadáver de Marion, en el cuarto de baño, con los 40000 dólares depositados sobre la mesilla de noche y con la casa de los Bates, que vemos a través de la ventana.
El dinero, en Psicosis, es objeto de una atención constante. Sam y el detective Arbogast (Martin Balsam) lo buscan y se refieren a él continuamente, pero jamás llegarán a tenerlo entre sus manos; Cassidy lo expone ante Marion como un símbolo sexual; Caroline lo acaricia con fascinación; George Lowery (Vaughn Taylor), el jefe de Marion, lo desea y lo teme; Marion lo esconde continuamente como si fuera un pecado (su pecado); Norman se apodera de él sin llegar a verlo; el sheriff Chambers recuerda su existencia en la secuencia final (cuando todo el mundo parecía olvidarlo a causa de los terribles acontecimientos), y el psiquiatra lo desprecia diciendo: “Estos no son crímenes por dinero; son crímenes pasionales” Hitchcock también nos da su opinión: en un espléndido ( y trucado) movimiento de cámara, enlaza el cadáver de Marion, en el cuarto de baño, con los 40000 dólares depositados sobre la mesilla de noche y con la casa de los Bates, que vemos a través de la ventana.
Una vez Marion ha robado el dinero, empieza un viaje en coche hacia la oscuridad. Oscuridad de la que emerge el motel. El film se irá adentrando cada vez más en la oscuridad, de ahí la insistencia en los ojos, nos hace mirar, para ver los lugares oscuros del alma humana más allá de ellos, las lentes oscuras del policía que sigue a Marion durante su viaje en coche, él es el único personaje cuyos ojos no vemos nunca. Hitchcock al final del film coloca al espectador en la posición del policía, el espectador observa a Norman del mismo modo que el policía observó a Marion.
El motel y la casa de los Bates, donde Marion se aloja por no poder continuar su viaje a causa de la lluvia, reproduce de nuevo el patrón vertical horizontal, la casa es vertical mientras que el motel es completamente horizontal, además este tiene un aspecto fantasmagórico, un ambiente misterioso.

Uno de los núcleos del film, podríamos decir, que es el enfrentamiento que existe entre Marion y Norman, mientras ésta está cenando en el motel, en compañía de él, Hitchcock realiza una serie de tomas en la que nos da el comportamiento que delata la locura de Norman sino también los decorados que se encuentran detrás de cada personaje dan una idea de sus personalidades. Primero notamos el encuentro entre ambos en el pasillo, Norman tiene una ventana al lado y se puede ver su reflejo en la misma, con esto nos vuelve a dar a entender la doble personalidad, más tarde la escena de los dos en la cabaña de Norman, Marion: ella tiene detrás un cuadro circular que simboliza su vida escapando con los 40000 dólares para luego decidir regresar arrepentida de su robo, los muebles tienen los bordes redondeados, mantillas. En cambio Norman: los cuadros, los cajones, los muebles, a sus espaldas son todos rectangulares. Y para peor cada vez que la cámara lo enfoca, nos muestra el lateral de su rostro, vemos una parte de su cara, una parte de su personalidad, en algunas tomas, vemos su rostro coronado por aves y rectángulos, como estos pájaros estuvieran volando desde su cabeza. Además vemos el comportamiento compulsivo de Marion y el comportamiento psicópata de Norman, que queda establecido cuando Norman le comenta a Marion que todos alguna vez podemos llegar a volvernos locos. Marion a partir de aquí decide devolver el dinero, y nos damos cuenta en el momento de la ducha, ella bajo el agua, sus movimientos tienen una cualidad casi ritual, su rostro expresa alivio al lavarse, lavarse de su culpa.
También los espejos juegan un papel importante en el film, estos que abundan le sirven a Hitchcock para insinuar la doble personalidad, no sólo de Norman, sino también de los otros personajes principales como Marion, estos aparecen en la habitación de la casa de Marion donde ella se cambia y hace la maleta una vez robado el dinero; en el lavabo de la tienda de coches, mientras coge el dinero para pagar el nuevo vehículo; en el motel cuando Marion para por culpa de la lluvia igual que cuando Arbogast va a visitar a Norman y también cuando Lila y Sam van a inscribirse como matrimonio para ver si pueden esclarecer la desaparición de Marion; y en la habitación de la señora Bates, cuando Lila se introduce en la casa. Utiliza a fondo, las artimañas propias de su oficio para poner en entredicho, no ya la inocencia, sino incluso la integridad moral y mental de los espectadores, que somos capaces de identificarnos, sucesivamente, con una ladrona y con el encubridor de un crimen. Quedarse ciego, es un modo drástico de borrar los espejos, y, al final del film, Norman ya es únicamente la señora Bates. Con esto damos a entender que la única manera de borrar la doble personalidad de los personajes, es no volver a ver los espejos y la ceguera es con lo que se consigue. Norman al final del film, es únicamente su madre, este se ha liberado de los espejos.
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