Sobre el Montaje de Psicosis

La forma de presentación de la película (los créditos) está directamente relacionada con el tema principal del film, el de la doble personalidad; de ahí que la pantalla se divida en dos partes iguales las cuales se unen para formar las palabras y se vuelven a separar del mismo modo. La música que acompaña al genérico es, de algún modo, la “suma” de todas aquellas notas musicales que aparecerán alo largo del film, cada tipo de nota (que todas ellas son repetitivas) se utilizará según el sentimiento que se quiera marcar en cada escena (culpabilidad y duda, miedo...).
Hitchcock utiliza planos cortos y oscuros para evocar una sensación de encarcelamiento. La sensación de claustrofobia es cada vez mayor: Marion empieza estando en la habitación de un hotel y acaba metida en el maletero de un coche.
Esa sensación de estar “preso” se contrasta en la escena en que Marion llega al trabajo donde aparecen cuadros en las paredes de paisajes y lugares abiertos (exteriores) para marcar la frustración de los personajes que viven por sus obligaciones en sus respectivos lugares de trabajo. Contrasta también su mala situación económica con la situación que expone un multimillonario de aire vulgar.
Otro punto a destacar es la mirada y el punto de vista. Desde el inicio del film y durante toda la primera parte el espectador sigue constantemente el punto de vista de Marion, personaje protagonista con el que se identifica y por tanto, comparte sus pensamientos. La decisión de huir por parte de ésta se nos muestra a través de planos subjetivos y planos detalle del dinero.
Cuando la protagonista llega al Motel Bates, vemos la mansión de Norman, el dueño del motel, en un plano general contrapicado. La visión de la casa siempre será con esta angulación de cámara dando así una mayor sensación de terror, situándola por encima de los personajes (además de situarse en “lo alto” de la colina), y dando una sensación de misterio o algo desconocido que se esconde en ella.
Las voces en off utilizadas en el film tienen dos funciones: una de ellas es la de escuchar los pensamientos de Marion, y la otra, que es la voz y otras conversaciones entre Norman y su madre, es la de ocultar a la madre y así ocultar también su muerte y por tanto, la doble personalidad de Norman y todo lo que su enfermedad envuelve en torno a la película.
La escena en que conversan Marion y Norman, muestra en varias ocasiones a Norman encuadrado de tal forma que, empezando ambos con un plano americano para más tarde acercarse hasta un primer plano, aparecen detrás de él y en lo alto del encuadre unos pájaros que él mismo ha disecado. La razón de estos encuadres es la simbología de los pájaros, éstos “vigilan” a Norman, son los únicos testigos de todos sus crímenes. Norman incluso se llega a sentir incómodo ante ellos.
En la escena de la ducha, el audio es únicamente el ruido del agua proveniente de la ducha. Cuando llega una mujer (la madre de Norman) aparece una música en primer plano, dejando los gritos de la protagonista en un segundo plano, y el ruido del agua en un tercer plano sonoro.
El sonido repetitivo de la música pasa relativamente desapercibido, pero su presencia en progresión hacia el agudo potencia el carácter obsesivo (psicótico) del crimen, del mismo modo que la nota breve y con escasa variación funciona paralelamente a la misma brevedad de los planos sobre los que se construye el pasaje. El posterior descenso de la música hasta el silencio (sólo “molestado” por el fluir del agua) se asocia con la agonía de Marion antes de morir definitivamente (asociación entre muerte y silencio). Por medio de la panorámica que sigue el curso del agua manchada de sangre hasta el desagüe, la aproximación a éste con un travelling y el siguiente encadenado con el ojo de Marion muerta, también se asocia la vida al agua que “muere” por el desagüe.
Cuando aparece Norman y se sobresalta al ver el cadáver de Marion, y su “sumisión” para ocultar a su madre (limpiarlo todo y hacer desaparecer el cuerpo), el espectador no ve a Norman como un asesino aunque sí como cómplice de su madre. Por ello, cuando tira el coche al pantano, compartimos su deseo de que el coche se hunda completamente. En la escena en que Norman entra en la habitación después de gritar “hay sangre”, la panorámica de seguimiento de él hasta el cuarto de baño se nos muestra desde detrás de la mesita de noche donde se encuentra el dinero que Marion escondió en el periódico, dando la idea de que Norman siquiera sabía de su existencia y ese no ha sido el motivo del crimen, el cual es sexual (explicado más tarde por el psiquiatra en la comisaría).
Cuando Norman vuelve a la casa después de matar a Arbogast, mantiene una conversación con su madre diciéndole que debe esconderle en la bodega para que no la descubran. El procedimiento que utiliza en este caso Alfred Hitchcock es el de mostrar con un plano contrapicado el ascenso de Norman hacia la habitación de su madre, y mientras oímos la voz en off de la conversación, la cámara asciende las escaleras y gira por encima de la puerta para detenerse en el mismo plano cenital en el que anteriormente vimos a Arbogast. Mientras el espectador está pendiente de la conversación, no presta atención al movimiento que está haciendo la cámara y de forma que volveremos a ocultar el rostro de la madre.El acercamiento a la casa por parte de Lila es mostrado a través de travellings subjetivos de Lila viendo la casa en un plano contrapicado. Los travellings subjetivos, como en muchas de las películas de Hitchcock, son equivalentes a la idea de descubrimiento, aproximación a lo desconocido. En esta escena, se desarrollará el clímax del film y descubriremos la verdad, donde Norman quedará en la condición de criminal, y no en cómplice de su madre.
Como conclusión, podemos decir que Psicosis es un film dividido en dos, permanentemente separado por líneas horizontales y verticales, y en el que las secuencias dialogadas se alternan con secuencias visuales, de duración equivalente.
Con relación al tema de la doble personalidad, la cual se refiere principalmente a la de Norman, pero también puede aplicarse a Marion; Alfred Hitchcock, utiliza para mantener la tensión esquizofrénica las oposiciones de tonos, líneas y formas.
La banda sonora del film está construida a partir de música que tiene siempre una relación directa con las imágenes y su función totalmente expresiva (refuerza la acción pero relacionada con la subjetividad de los personajes), y los diálogos, que se alternan con los momentos de música. La música que representa la fotografía de la película en blanco y negro es una orquesta de cuerdas, y las notas que componen las músicas son pocas y se repiten constantemente.